top of page

Miguel Ruiz y las modas

Actualizado: 9 oct 2024

Cuando escuchas experiencias de otros, que te cuentan tus amigos, o que viste en una serie; o cuando lees un libro que no puedes soltar, no puedes evitar comparar esas situaciones con tu vida, con tus intereses. ¿Cómo hubiese reaccionado yo?, “Yo no me hubiese atrevido…”, ¿Qué pasa cuando lo aplicamos a…?


Eso es lo que me pasó leyendo “los cuatro acuerdos”, libro del mexicano Miguel Ruiz que habla sobre 4 acuerdos que deberíamos hacer con nosotros mismos, para conseguir vivir en el paraíso terrenal. Así es… la fórmula existe. Y prácticamente, se trata de dejar de enrollarnos en infinitas películas por todo lo que nos pasa, y empezar a vivir la vida desde la pura realidad, los hechos.


Los cuatro acuerdos

  1. Sé impecable con tus palabras: Algo así como que todo lo que transmites, se te devolverá en el mismo tono. Si dices algo negativo a alguien (envías veneno), realmente estás enviando veneno a ti mismo, por lo tanto, no lo hagas. Sé impecable con tus palabras y disfruta de lo simple que se hace tu vida.

  2. No te tomes nada como personal: la próxima vez que creas que alguien hizo tal cosa para causarte tal cosa, reconsidéralo y recuerda que no se trata de ti. Cada persona vive su propio mundo, su propia película; y en su película, ellos son protagonistas. En tu película, tu eres protagonista y todo lo que haces tiene que ver contigo y tu percepción de las cosas. Tu percepción nunca será igual a la de otra persona, por lo tanto, no te tomes nada a lo personal, porque tu película nadie más la está viendo.

  3. No hagas suposiciones: cuando supones, de nuevo estás dejando andar tu imaginación para preocupaciones, películas, series y todos los formatos de ficción que se te ocurran. No asumas, quédate con los hechos, con la realidad, y observa cómo tu vida -y tus nervios- mejoran.

  4. Haz siempre lo máximo que puedas: Ruiz sabe que no es fácil lo que nos sugiere, por lo tanto nos dice: practica constantemente los últimos tres acuerdos hasta que se conviertan en un hábito. La práctica hace al maestro y del maestro será el paraíso terrenal.

¿Y las modas dónde?

Ok, pero ¿qué tiene que ver esto con las modas? En mi película, “ropa y moda” fueron algunos de los conceptos que se me vinieron a la cabeza leyendo a Ruiz, quizás influida por mi fanatismo por la ropa, y que gran parte de mi tiempo lo dedico a analizar modas y revisar últimas tendencias.


Como cuenta Ruiz en su libro, los seres humanos estamos acostumbrados a creer, y crear, historias. Lo hemos hecho toda nuestra existencia. Creamos religiones, y las creemos; creamos costumbres, y las practicamos; creamos distinciones entre “lo bueno” y “lo malo”; creamos modas, ¡¡y las seguimos!!


Las historias tienen tanto poder como la gente está dispuesta a creerlas, a “comprarlas”. En ese sentido, suena casi increíble cómo (me incluyo completamente) caemos con tanta ceguera ante las modas. Cómo creamos la necesidad de comprar los zapatos de marca “A” que no son ni del material más noble, ni cuentan con el mejor diseño, y cuestan más de lo que estás dispuesto a pagar por tu arriendo, por el mero hecho de que están de moda, porque los tiene “todo el mundo”, dejando de considerar los perfectos zapatos, de excelente material, estupendo diseño y, lo más importante: mejor precio, solo porque no están de moda (y seguro cuando lo estén, su demanda y precio subirán exponencialmente).


¿Por qué seguimos modas? ¿Por qué nuestra necesidad de pertenecer es más poderosa que nuestra comodidad? ¿Por qué no apreciamos más la calidad, que la marca del momento? ¿Por qué no apreciamos más la originalidad? Seguramente por lo que dice Ruiz, y es que las historias son tan poderosas como la gente las cree. No queda más que felicitar a la campaña publicitaria que logró poner un producto -ni tanto bueno- de moda, acompañándolo de una atractivísima historia!!


En esta cultura de modas, existen personas que se destacan, justamente porque no las siguen, porque se atreven a ir más allá. No por casualidad, tantos nos enamoramos del estilo de Carrie Bradshaw caminando en tutú por Nueva York, o vemos con asombro al que se atrevió a mezclar flores con leopardo y se robó todas las miradas. Estamos acostumbrados a seguir modas, pero admiramos a aquellos que no lo hacen.


En esta cultura de modas, en las que yo caigo constantemente, celebremos a quienes no lo hacen, sigamos con admiración a aquellas personas con estilo único, que se dejan llevar por su imaginación, que se imponen con sus prendas rupturistas, y que a lo largo de sus vidas guardan tesoros de calidad excepcional que usarán toda su vida. Pero más allá de eso, ¡seamos nosotros los originales!


Eso es, creo yo, a lo que todos deberíamos apuntar, a romper modas, a expresar nuestras personalidades e ingenio con libertad.


Si usas lo mismo que “todo el mundo” serás uno más. Si no sigues modas, serás único, igual que tu historia.



Leandra Medine en New York, style, fashion.
Leandra Medine Cohen

Comments


  • Instagram

©2023 por COFFI BREAK

bottom of page